La quimioterapia es una forma común de tratamiento para el cáncer y puede ser efectiva para detener la propagación de las células cancerosas. Sin embargo, también puede tener efectos secundarios significativos que pueden ser debilitantes para el paciente.

Algunos de los efectos secundarios más comunes de la quimioterapia incluyen náuseas, vómitos, fatiga, pérdida de cabello y dolor. Además, también pueden presentarse otros efectos secundarios, como cambios en la piel y las uñas, neuropatía periférica, anemia, problemas cardíacos y renales.

Es importante tener en cuenta que no todos los pacientes experimentan los mismos efectos secundarios y que algunos pueden tener efectos secundarios más graves que otros. Por lo tanto, es fundamental que los pacientes hablen con su equipo médico sobre cualquier preocupación que tengan sobre los efectos secundarios de la quimioterapia.

Aunque los efectos secundarios pueden ser difíciles de manejar, existen tratamientos y medicamentos que pueden ayudar a los pacientes a sobrellevarlos y continuar con su tratamiento de manera efectiva. Como siempre, es importante seguir las instrucciones del equipo médico y mantener una comunicación abierta y honesta sobre cualquier síntoma o preocupación.

Antes de cada sesión de tratamiento, su oncólogo le visitará para valorar cómo se encuentra, cómo responde al tratamiento y qué efectos secundarios han surgido anteriormente.

En la actualidad contamos con grandes progresos en el desarrollo de los diferentes tratamientos oncológicos, así como en los tratamientos complementarios que ayudan a prevenir y/o controlar los efectos secundarios del tratamiento del cáncer.

Cualquier cuestión la puede consultar con su médico y enfermera de referencia.