Síndromes mielodisplásicos

Síndromes mielodisplásicos

Los síndromes mielodisplásicos son un grupo de enfermedades neoplásicas de la médula ósea que resultan en la producción defectuosa de las células de la sangre y se asocia a un mayor riesgo de desarrollar leucemia aguda.

La principal manifestación de esta enfermedad es la disminución en la producción de células sanguíneas sanas (glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas) especialmente anemia. Afecta de manera preferente a personas de edad avanzada.

Síntomas y Diagnóstico

En las etapas iniciales de la enfermedad los SMD pueden no dar síntomas. Con la evolución de la enfermedad se pueden desarrollar los siguientes síntomas y complicaciones:

  • Anemia: disminución de los glóbulos rojos de la sangre, que produce fatiga y debilidad.
  • Neutropenia: disminución de los glóbulos blancos de la sangre, que conlleva un riesgo incrementado de padecer infecciones.
  • Trombocitopenia: diminución de las plaquetas de la sangre, que produce un mayor riesgo de padecer hemorragias.
  • Riesgo incrementado de desarrollo de leucemia a lo largo del tiempo.

El diagnóstico de los SMD se realiza a través del análisis de la sangre y de la médula ósea. Esto último se realiza con la práctica de un aspirado de médula ósea.

Con la información proporcionada por las pruebas diagnósticas realizadas se pueden determinar varias categorías de riesgo, que proporcionan información acerca del pronóstico de la enfermedad y es útil para valorar el tratamiento más adecuado para cada paciente.

Tratamiento

Los pacientes asintomáticos pueden no necesitar tratamiento y van a ser controlados con análisis de sangre de forma periódica para la detección de signos de empeoramiento de la enfermedad y desarrollo de síntomas.

Las modalidades de tratamiento incluyen:

  • Transfusiones de sangre: para el tratamiento de la anemia y trombocitopenia significativas.
  • Antibióticos, para el tratamiento de infecciones.
  • Factores de crecimiento: fármacos que incrementan la producción de células de la sangre, cómo la eritropoyetina, que incrementa la producción de glóbulos rojos con el fin de disminuir la necesidad de administrar transfusiones sanguíneas.
  • En ciertos casos de SMD se contemplan tratamientos específicos para pacientes con anomalías genéticas concretas, cómo el uso de Lenalidomida en pacientes con alteración citogenética 5q.
  • En pacientes con SMD de mayor riesgo el uso de fármacos hipometilantes (Azacitidina, Decitabina) puede mejorar la calidad de vida de los pacientes y reducir el riesgo de progresión de la enfermedad hacia una leucemia.
  • En pacientes jóvenes seleccionados, se puede considerar la administración de quimioterapia intensiva y la realización de un trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos a partir de un donante compatible.