La Unidad de neurooncología del IOB Institute of Oncology atiende a pacientes diagnosticados de un tumor cerebral, así como a pacientes con síntomas que hagan sospechar un posible tumor cerebral pero que aún no han recibido un diagnóstico.
La unidad ofrece también un servicio de segunda opinión a pacientes que son tratados en otros centros.
Por otro lado, la Unidad de neurooncología atiende las complicaciones neurológicas de cánceres que afectan a otros órganos. Entre estas, cabe citar, por ejemplo, las complicaciones derivadas de la invasión del cerebro por el propio tumor, los efectos neurotóxicos de la quimio y radioterapia y los síndromes neurológicos paraneoplásicos causados por una inflamación del cerebro orquestada por el cáncer, generalmente de pulmón.
Los pacientes tratados en la Unidad de neurooncología son atendidos por un equipo formado por especialistas en oncología, neurología, neurocirugía, anatomía patológica, radioterapia, diagnóstico por la imagen y enfermería.
Este equipo multidisciplinar facilita que los pacientes puedan realizar todas las pruebas y recibir todos los tratamientos que necesiten de manera coordinada en un mismo lugar y en el mínimo tiempo posible, sin necesidad de desplazarse y de gestionar por separado las visitas a distintos especialistas.
El equipo está liderado por el neurooncólogo Francesc Graus.
Los tumores cerebrales suelen detectarse a raíz de alteraciones en el comportamiento o en las percepciones de una persona que indican una posible lesión neurológica.
Estas alteraciones incluyen, entre otras, dolor recurrente de cabeza de causa desconocida, cambios de personalidad, problemas de habla, trastornos de visión, deterioro del sentido del equilibrio, desmayos, náuseas o vómitos recurrentes.
Ninguno de estos síntomas permite concluir que una persona tenga un tumor cerebral, ya que pueden obedecer a otras muchas causas.
Pero, debe hacerse una prueba de imagen Tac o Resonancia Magnética que demuestra una lesión compatible con un tumor cerebral.
El diagnóstico se inicia con una visita que incluye una exploración neurológica y una entrevista en profundidad con el paciente en la que se le pregunta sobre sus síntomas y su historial médico.
Esta visita es esencial para confirmar si las sospechas de que el paciente pueda tener un glioma o algún otro tipo menos frecuente de tumor cerebral están fundadas en base a las pruebas de imagen que aporta.
Si estas exploraciones confirman la sospecha inicial de un tumor cerebral localizado, suele programarse una intervención quirúrgica para extirpar el tumor y para obtener una muestra de células que permitirán identificar el tipo concreto de cáncer de que se trata.
Siguiendo la estrategia de atención inmediata del IOB, el circuito de diagnóstico rápido permite iniciar el tratamiento en un plazo de una semana tras la primera visita de un paciente con síntomas de un posible tumor cerebral.
El tratamiento se inicia con una intervención quirúrgica para extirpar el tumor siempre que sea posible. Se trata de una intervención quirúrgica compleja que se planifica de manera individualizada para cada paciente según el tipo de tumor y su localización en el cerebro.
En los casos en que el diagnóstico es de glioma, la forma más común de tumor cerebral, el paciente recibe un tratamiento de radioterapia de seis semanas de duración tras la intervención quirúrgica.
En un elevado porcentaje de pacientes, el tratamiento debe acompañarse de quimioterapia que se prolonga durante seis meses más. Durante este periodo el paciente es visitado de forma mensual para controlar posibles efectos indeseables de la quimioterapia y cada tres meses se realiza una RM para controlar la evolución del glioma.
Rellene el formulario con sus datos para pedir cita, y nuestro equipo se pondrá en contacto con usted para pactar fecha y hora.
Unidad de Neurooncología
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