Los doctores Josep Tabernero y Teresa Macarulla lideran nuevos tratamientos frente al cáncer gástrico y de páncreas

Los diagnósticos de cáncer de páncreas y colorrectales han crecido alrededor de un 10% en los 30 últimos años, según un estudio presentado en el Congreso Europeo de Gastroenterología (United European Gastroenterology-UEG Week), que se ha celebrado recientemente en Barcelona.

La investigación, que ha analizado los casos de personas con estos tipos de cáncer de 195 países entre 1990 y 2017, es el primer estudio que aporta una estimación en todo el mundo de la carga, características epidemiológicas y factores de riesgo de enfermedades como el cáncer de páncreas, el colorrectal y el gástrico.

Respecto al cáncer de páncreas, los investigadores subrayan el número de muertes generadas por esta enfermedad ha aumentado un 130% entre los años estudiados, de 196.000 en el 1990 hasta 448.000 en 2017.

Pese a esta cifra alarmante, los investigadores señalan que este crecimiento también se explica por el crecimiento de la población y su esperanza de vida, y precisan que la incidencia estandarizada por edad y las tasas de mortalidad por cáncer de páncreas han crecido un 12% y un 10%, respectivamente.

A pesar de los esfuerzos dedicados a la investigación en el cáncer de páncreas, encontrar un tratamiento para tratar a estos pacientes sigue siendo un reto para la comunidad científica.

Sin embargo, durante la celebración del congreso americano de oncología médica (ASCO por sus siglas en inglés), la doctora Teresa Macarulla, investigadora principal del Grupo de Tumores Gastrointestinales y Endocrinos del VHIO y que también desarrolla su actividad en el IOB Institute of Oncology en Barcelona ha formado parte del estudio POLO, el primer ensayo de fase III (multicéntrico, internacional y previo a registro del fármaco) para evaluar la eficacia del tratamiento de mantenimiento con inhibidor de PARP en pacientes afectados de cáncer de páncreas avanzado y portadores de la mutación germinal en BRCA.

Primera alternativa personalizada

La investigación ha demostrado como olaparib, un inhibidor de las proteínas PARP, puede ser útil como tratamiento de mantenimiento en pacientes de cáncer de páncreas metastásico con una mutación de la línea germinal en BRCA. Se trata del primer estudio con resultados positivos guiado por biomarcadores en cáncer de páncreas, lo que supone la primera alternativa personalizada de tratamiento para un subgrupo de pacientes con tumores de páncreas para poder “descansar” del tratamiento quimioterápico, y cambiará los estándares de tratamiento existentes hasta el momento. Los resultados de esta investigación publicada en la prestigiosa revista “New England Journal of Medicine” se presentaron en una de las sesiones plenarias del congreso. “Estamos ante la primera opción de tratamiento dirigido para cáncer de páncreas”, afirma la Dra. Teresa Macarulla y añade que “aproximadamente entre un 6-8% de los pacientes con cáncer de páncreas son portadores de esta mutación y se pueden beneficiar de este tratamiento”.

Inmunoterapia en cáncer gástrico

La inmunoterapia se ha posicionado como uno de los tratamientos más prometedores frente al cáncer y un ejemplo de ello es pembrolizumab, un anticuerpo monoclonal que ya había demostrado su eficacia en combinación con quimioterapia en el tratamiento de cáncer de pulmón no microcítico, pero ahora su uso también puede beneficiar al cáncer gástrico.

En concreto, el doctor Josep Tabernero, director médico del VHIO y IOB Barcelona es el primer autor del estudio de fase III Keynote-062, que se ha presentado en el último congreso ASCO y que ha servido para ver la eficacia de pembrolizumab en primera línea cuando se combina con quimioterapia en pacientes con un adenocarcinoma de unión gástrica o gastroesofágica avanzado como primera línea de tratamiento y su eficacia como agente único.

Primero el estudio quiere demostrar la eficacia de pembrolizumab añadido a quimioterapia convencional en primera línea de tratamiento en pacientes con estos tumores, y en segundo lugar, el estudio ha analizado cómo responden estos pacientes al tratamiento de pembrolizumab como agente único. En este sentido, el Dr. Tabernero afirma que “el estudio ha demostrado que pembrolizumab en combinación con quimioterapia convencional no añade beneficio respecto a los resultados que ofrece la quimioterapia sin pembrolizumab. No empeora resultados en ningún caso, pero no añade un beneficio” y matiza que “en cambio, los resultados de pembrolizumab como tratamiento único en estos tumores gástricos substituyendo a la quimioterapia, sí demuestran un beneficio superior a la quimioterapia y a la combinación de ambos en aquellos pacientes que tienen un índice de alta expresión de PDL1, con un índice CPS mayor a 10”.

Más seguro y menos efectos secundarios

Como terapia de primera línea para cáncer gástrico avanzado, pembrolizumab no fue inferior en sus resultados a la quimioterapia en lo que respecta a la supervivencia general de pacientes que tienen un índice CPS próximo a 1, con una expresión reducida de PDL1, mientras que en aquellos con una mayor expresión (mayor a 10) se mostró una mejor clínica significativa en esta supervivencia. También el estudio ha servido para comprobar que el perfil de seguridad del anticuerpo monoclonal es más favorable que el de la quimioterapia, con menos efectos secundarios en los que tienen una alta expresión de PDL1. “De esta manera, confiamos que el tratamiento inmunoterápico únicamente con pembrolizumab en esta población de pacientes pueda ser considerado en primera línea de tratamiento en pacientes con tumores gástricos”, concluye el Dr. Tabernero.

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